“¡Muchacho no salgas!

Esta es, quizá, una de las frases más reconocibles del cuento El renacuajo paseador de Rafael Pombo: un relato infantil con un final algo turbio, pero que dejaba una moraleja sencilla para los niños: hacer caso a los mayores.

Esa voz —la de un padre, un abuelo, un amigo o incluso la propia voz interna— puede acompañarnos toda la vida. Nos susurra que permanezcamos en el lugar seguro, donde nada se arriesga y nada se rompe, como si el inmovilismo fuera sinónimo de protección.

Crecer, en cambio, es tomar decisiones que cambian nuestra vida: elegir una carrera, mudarse de ciudad, empezar un trabajo nuevo, terminar una relación. Son decisiones que se sienten enormes cuando todavía nos sentimos pequeños o vulnerables por dentro. Y en esos momentos escuchamos: “Muchacho, no salgas” —quédate en la zona de confort, no busques lo incierto—; distintas versiones que, en la práctica, significan lo mismo: quedarse quieto.

Pero, como afirmó Heráclito, “la única ley constante del universo es el cambio”. Las estaciones cambian, la luna tiene fases y el cosmos se expande, y nada de eso espera a que nosotros decidamos. En un mundo y una sociedad que evolucionan, no adaptarse es retroceder. El cambio, entonces, es parte inevitable de crecer, pero si tenemos suerte, la vida encuentra maneras de empujarnos hacia adelante, el concejo de un amigo, el apoyo de un familiar o quizá una simple charla con un desconocido.

El miedo no desaparece del todo, pero como dice Mario Mendoza: “Salta, y ya aparecerá el piso.” Porque al actuar, aún con miedo, estamos creciendo. Fallar no nos empequeñece; intentar nos hace mejores.

Quisiera pensar que, si el renacuajo de Pombo hubiera tenido la oportunidad de experimentar sus propios cambios y convertirse en una rana hecha y derecha, la historia habría sonado distinto, más a aprendizaje que a advertencia trágica. Quizá habría sido algo así:

“Muchacho, ve y anda, que el cambio es la guía,
y cada decisión te construye la vida.
No permitas al miedo, voz que a todos ancla,
convertirse en sombra que el paso estanca.
Salta con valor, descubre tu poder:
crecer es el acto que moldea tu ser.”

Poema (versión inspirada): ChatGPT